Has pasado todas las vacaciones recorriendo la geografía española, europea o mundial en autocaravana. Sin embargo, todo lo bueno suele tener un fin. La vuelta a la rutina es realmente pesada, pero en nuestras manos está que sea lo mejor posible siguiendo unos sencillos tips.
Vuelta a la rutina: cambia tu mentalidad y sé más productivo
Cambia tu mentalidad porque vuelves a la rutina en septiembre, tras un largo verano o unos días libres. Tienes que olvidar lo complicado que es volver a tu puesto de trabajo. Ir a trabajar con una sonrisa es posible, incluso recordando las estupendas jornadas que has pasado. Para que esto sea posible, te mostramos los siguientes consejos que te van a ayudar.
1. Ve a dormir pronto antes de la vuelta a la rutina
Para empezar, te recomendamos que te vayas a dormir lo más temprano posible el día de antes. Es normal que, tras el verano, los horarios hayan quedado desajustados. No cometas el error de seguir trasnochando: el despertar será más duro y, el camino al trabajo, una penitencia. Es la mejor forma de ir volviendo a la rutina que tenías antes de tu libranza. Incluso puedes despertarte más temprano para prepararte mentalmente y desayunar tranquilamente. Repondrás fuerzas.
2. Tómatelo con calma
Esto no significa que vayas despacio y dejes de ser productivo. Significa que, los primeros días, vayas tranquilo y te vayas adaptando a tu puesto poco a poco, si es posible. De nada sirve exigirte al 100 % desde el primer momento, ya que puedes frustrarte.
Es importante que te pongas al día. Para ello, debes reunirte con tu equipo o compañeros de trabajo. ¿Para qué? Para que te cuenten la marcha de la empresa mientras estabas fuera. Igual se han producido novedades o cambios que debes conocer. Organiza tus primeros jornadas para ir cumpliendo objetivos, también para que no te dejes nada pendiente.
3. Planea las jornadas libres o vacaciones próximas
Vuelve a la rutina, pero por lo grande: empieza a pensar en tus próximas vacaciones. Coge el calendario y observa los próximos días festivos o puentes. Sé el primero en pedirte las libranzas que vas a disfrutar próximamente. Es bueno que pienses en cuál será el próximo destino que vayas a ver. Recuerda, además, que la planificación es lo ideal para ahorrar dinero.
4. Piensa en lo que hiciste cuando no estuviste trabajando
¿A qué destinos fuiste? ¿Qué estuviste haciendo en las jornadas libres? Puedes hablar de lo que has hecho las semanas libres hasta con los compañeros de trabajo. Decirles que visitaste una zona que siempre te ha gustado, que probaste la comida de allí… Puedes llevar encima una de las mejores fotos o ponerla en la mesa de la oficina. También comprar recuerdos o souvenirs a tus compañeros. Todo esto se servirá para coger con más fuerzas los próximos días festivos y a recordar lo bien que lo pasaste.
5. Aprovecha el tiempo libre
Normalmente, cuando vuelves tras estar fuera del trabajo, suele seguir haciendo buen tiempo. ¿Por qué no aprovechas al máximo el tiempo libre? Ir de copas con los amigos, visitar el museo o hacer alguna ruta caminando. Todo es posible para olvidar el trabajo. Pasar un rato agradable y divertido es posible en tu ciudad.
A la vuelta de vacaciones, las ciudades vuelven a recuperar el pulso habitual. Los conciertos, espectáculos, obras de teatro, etc, se multiplican.
6. Haz deporte
Tras el verano o al comienzo de año, los propósitos se disparan. Esto es cierto. Puedes plantear, con ilusión, nuevas metas. Hacer deporte, yendo al gimnasio o haciendo running, es una de las mejores opciones. Liberarás las tensiones y estarás fuera de casa pasando un rato agradable. Además, podrás ponerte en forma tras los excesos calóricos.
7. Crea un buen ambiente laboral
Es lógico que, si en el trabajo tienes a buenos compañeros y el salario acompaña, estarás contento. Sin embargo, esto a veces no lo es todo. Hay que crear o mantener siempre un buen ambiente de trabajo. Este no se consigue del día a la mañana: hay que cultivarlo. Facilita las tareas, ayuda a compañeros y promulga las relaciones sanas y productivas.
Si existen actividades fuera del trabajo en tu empresa, no dudes y disfruta de ellas. En estas sesiones, podrás desarrollar la empatía y reforzar el vínculo con tus compañeros. Incluso podrás conocer más a los jefes, algo que podrá hacer mejorar tu relación con ellos. Todo lo que sea para pasarlo bien y mejorar el clima en tu trabajo.
8. Ante todo, actitud positiva
Piensa que los días libres van a volver a llegar y que volverás a sentir estos nervios por irte fuera. Que todo son ciclos y que hay que disfrutar de lo bueno lo máximo posible. La actitud positiva hará que no decaigamos y que nuestra productividad se mantenga en niveles elevados. Aleja de tu mente los malos pensamientos y céntrate en las cosas positivas. Ser más productivo es más fácil de lo que imaginas.
9. Mantén lejos todas las distracciones
Evita las distracciones dentro del trabajo. Es el peor enemigo de la productividad laboral, sobre todo tras la vuelta de las semanas festivas. Deja a un lado el teléfono móvil, las redes sociales o cualquier elemento que te haga distraer. Silencia todos los grupos de mensajería y los canales de comunicación de la empresa que no sean importantes.
10. Espacio de trabajo productivo
Haz que tu espacio, donde trabajas, esté adecuado a tus necesidades o exigencias. El espacio debe ser cómodo, ser seguro, limpio y cómodo. Asimismo, el mobiliario debe ser ergonómico y, la iluminación, lo más natural posible. Además, recuerda la importancia de la ventilación para lograr que la calidad del aire sea elevada. Tampoco descuides la temperatura: climatiza bien el espacio.
¿Vuelta a la rutina tras el periodo vacacional? Si es así, sigue estos consejos para que todo vaya sobre ruedas. No te deprimas. Aleja la depresión posvacacional y disfruta, también de tu trabajo. Mejorar en el trabajo está también en tus manos.
